Una vez me dijeron que lo que de verdad importa cuesta conseguirlo, que más vale tarde que nunca y que con constancia todo se consigue. Que se me permitía caerme siete veces, pero que obligatoriamente debía levantarme ocho, que quien no arriesga no gana y que nunca diga nunca, que el futuro es impredecible. Que de errores se aprende, y que rectificar es de sabios, que lo importante no es la meta, sino el camino, que cada caída te hace más fuerte, y que amar no siempre es cosa de cuentos.
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