31 de octubre de 2011


El ser humano tiende a complicar las cosas por miedo a no tener respuestas, por miedo a no saber que ocurrirá, a no dominar la situación.
Abre tu mente, deja entrar las sensaciones, olvida buscarle un motivo, una razón. Las emociones surgen solas, aprende a disfrutarlas.
Cada sentimiento es irrepetible e indescriptible. ¿Por qué intentamos darle forma a algo que no la tiene?
Nace sin esperarlo, se va desarrollando, y en vez de disfrutarlo, analizamos el motivo de su llegada, pretendemos que permanezca para siempre y finalmente acabamos perdiéndolo.
Nada es infinito, todo tiene un principio y un final.
Para poder valorar un sentimiento positivo, antes tenemos que haber vivido uno negativo. El sufrimiento nos curte, nos enseña y nos protege.


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